Por: Nathalie Ríos Durán

Becaria de SENACYT. Estudiante de tercer año de biología en CRUA.

¿Qué vas a estudiar de grande? La pregunta que te hacen desde que aprendes a hablar.

Siendo una niña me veía en todas las carreras habidas y por haber. ¿Cantante? claro, ¿maestra? también, ¿astronauta? por supuesto, ¿bióloga? ¿qué es eso?

Siempre supe qué quería ser y al mismo tiempo no tenía idea. Dentro de mí, reconocía que podía ejercer cualquier profesión, “puedes ser lo que quieres ser”, el lema por el que me regía. Pero estaba equivocada.

Viviendo y sobreviviendo con la pregunta ¿qué vas a estudiar? comencé a realmente preguntármela a mí misma, en vez de respondérsela a otra persona. Medicina, alguna ingeniería, criminología, psicología, derecho… un sinnúmero de opciones en mente, pero ¿realmente eran mi vocación? Desconocía la respuesta de esa pregunta también, ¿cómo podría saberlo? No podía aplicarlo en mi vida cotidiana y descifrarlo. Simplemente dije “estudiaré medicina, lo tomaré como reto”.

Pero todo cambió cuando en último año de colegio participé de la Feria del Ingenio Juvenil 2021 de SENACYT. Con una investigación sobre prevalencia de mordeduras caninas en Herrera, siendo la primera en la nación panameña sobre esta problemática de salud pública; gané el primer lugar en el área salud y medicina, representé a Panamá en Argentina y en Argentina gané una acreditación para representación en Guatemala. Todo pasó muy rápido.

En ese momento todas las preguntas sobre qué estudiaría parecían casi resueltas, debía ser algo relacionado con ciencias naturales e investigación; había encontrado mi vocación.

Argumenté cada profesión posible con mis características hasta que dije “la clase de biología es la que más te gusta” de hecho, era la mejor de la clase, y jamás lo tomé en cuenta. Investigué sobre la carrera y me enamoré por completo; microbiología, biología molecular, genética; todo el estudio del universo de aquellos microorganismos se me hizo uno tan fantástico que me adentré. Jamás me arrepentiré de esa decisión arrepentiré.

Esa decisión me permitió ser becaria de SENACYT con una beca de excelencia en ciencias básicas y crear mis proyectos “Compartiendo Ciencia”, donde comparto conocimiento científico adquirido en clase de manera inclusiva (comprensible y disponible para cualquier persona) y “Crean2 Con Colores” dirigido a estudiantes de primaria que por medio de talleres dinámicos e interactivos de interés climático comprenden que Panamá no escapa la realidad ambiental que afronta la humanidad.

Estudiar biología es entender el pasado, conocer el presente e investigar por el futuro a niveles microscópicos para ayudar a niveles macroscópicos; indirectamente mi sueño hecho realidad.