Autor: Anónimo

Nunca había pensado en esta pregunta y menos en la respuesta, para contestarla debo remontarme a mi infancia. Cuando era una niña, como todos los niños, quería ser maestra o doctora, era lo que conocía, lo que escuchaba, me decía mi mamá: “tienes que estudiar, tienes que ir a la universidad”, y las profesiones usuales que eran respetadas por la comunidad, eran ser maestra o médico. No tenía modelos o patrones a imitar, pero si unos padres que me motivaban a estudiar.

Durante mi adolescencia me incliné por estudiar ingeniería, tenía el ejemplo de mis hermanos mayores, quería ser ingeniera industrial, por suerte del destino al aplicar a la universidad fue aceptada en ambas carreras: ingeniería y medicina. Nunca tuve quién en la escuela me orientara o me dijera los pros y los contras. Mi papá quería que yo fuera profesora, mi hermano me animaba a ser ingeniera.

Ingeniería Industrial, sorpresa era la única mujer en el curso propedéutico, bueno eso no me afectó, viví entre 5 hermanos, pero escuché las historias de las pocas mujeres graduadas en esa época, por gracia ya todo ha cambiado, las cuales no conseguían trabajo.

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Mi vocación era la medicina

Ingresé a medicina, a pesar de los temores de que no todos pasan las pruebas. Siempre he tenido ese deseo por curar, experimentaba con mis mascotas, y tuve muchas, las cuidaba y aunque confieso que era verdaderamente ascosa, miedosa, cuando las veía heridas, me bloqueaba y hacía lo posible porque estuvieran bien, pero no me veía como veterinaria, mi vocación era la medicina.

Revisé los pros y los contras y elegí medicina, me costó mucho, reconocí que no tenía un buen método de estudio, me frustré, tuve que salir del país, lloré, no dormía, me perdí de muchas salidas, fiestas, pero no solo era un reto, era lo que quería, ¿cómo saberlo?, ahora que lo reflexiono, lo sientes, estudias y te apasiona lo que estudias, lo que lees, lo que aprendes, lo que experimentas.

No fue la mejor forma de encontrar mi vocación, pero mientras reviso lo escrito, veo que fue parte por la influencia de mis padres para que estudiara, parte de autoconocerme; me gusta sanar y claro mi persistencia.

Han pasado más de 20 años de profesión y cada día sigo aprendiendo. Me preguntan, ¿si volviera a nacer estudiaría medicina?, sí, claro que sí, pero esta vez lo haría mejor, pero solo hay una vida por vivir y en ésta lo disfruto.